Actualmente, son populares las tendencias alimenticias como la dieta vegetariana, la vegana, entre otras. Sin embargo, una que pocas personas conocen y ofrece resultados increíbles es el estilo flexitariano.
Este estilo de alimentación puede definirse como una dieta flexible, en la que principalmente se es vegetariano y donde, ocasionalmente y por diversos factores, se incluye comida de origen animal. La idea es comer de forma equilibrada, sin que esto signifique ser cuadriculado o estricto o cortar del todo la carne.
El flexitarianismo se trata de comer fundamentalmente alimentos basados en plantas, pero se puede incluir de vez en cuando productos de origen animal y carne roja una vez por semana, es decir es un “vegetarianismo casual”.
Vegetariano, vegano y flexitariano: ¿Cuál es la diferencia?
Es común confundir estos tres términos, pues son muy similares. Sin embargo, tienen unas claras diferencias. Es muy sencillo:
El vegano no consume ningún producto que tenga procedencia animal; es decir excluye todas las carnes, productos lácteos, incluso la miel, o hasta los cosméticos y ropa que hayan tenido animales involucrados.
Por su parte, el vegetariano solo excluye de su dieta la carne, pero sí se alimenta de derivados animales como la leche, huevos o miel.
El flexitariano lleva un estilo de vida similar al anterior, pero con ingesta de carne ocasional y moderada. Su base no está en excluir nada, sino por el contrario, agregar más ingredientes de origen vegetal a la dieta que puedan no solo aportar a la salud, sino contribuir a la huella ambiental que dejamos en el planeta.
Por eso, el flexitarianismo es considerado más un estilo de vida que una dieta.
¿Qué puedo comer si llevo un estilo de vida flexitariano?
Como ya lo mencionamos, no se trata de eliminar sino de moderar.
- Si estas pensando llevar este estilo de vida la clave es que bases tu alimentación principalmente en vegetales, frutas, legumbres y cereales integrales.
- Enfócate en consumir proteínas de origen vegetal en lugar de animal.
- Incorpora carne y productos animales de vez en cuando. Prefiere las carnes magras, de buena calidad y menos procesadas.
- Elige grasas derivadas de las nueces, semillas, aguacates, aceitunas, aceite de oliva o coco, entre otros.
- Como en todas las dietas, es mejor limitar el consumo de azúcar, dulces o refrescos azucarados.
¿Me ayuda ser flexitariano?
Es común escuchar de las nuevas tendencias en comida vegana y sus preparaciones (por cierto, estas pueden llegar a ser parte del estilo flexitariano). Pero en realidad, ¿cuáles son los beneficios de adoptar este estilo de vida con menos consumo de proteína animal?
Como ya lo explicamos, la dieta flexitariana se basa en el consumo de más frutas y verduras, con un esporádico consumo de carne. Gracias a la ingesta frecuente de huevos, de legumbres, nueces y semillas y, ocasionalmente carne, a las que incurre el flexitariano se pueden ingerir las proteínas necesarias (Salabert, 2020).
Las personas que mantienen esta dieta consumen menos grasas totales, proteínas animales, colesterol y azúcares refinados (Salabert, 2020).
Los flexitarianos además limitan el consumo de alimentos procesados con alto contenido calórico y comen más alimentos vegetales que son naturalmente más bajos en calorías, por lo que esta dieta puede contribuir en la reducción de peso.
Al consumir muchos más vegetales, el estilo flexitariano aporta mayor cantidad de fibra, lo que reduce las probabilidades de sufrir obesidad, diabetes o hipertensión arterial.
Además, el consumo de pescado azul, común en el estilo flexitariano, evita la aparición de déficits vitamínicos o proteínicos.
¿Y cómo beneficia el estilo flexitariano a mi estado nutricional?
Las personas que llevan un estilo flexitariano bien planificado ingieren suficientes macronutrientes y micronutrientes, lo que hace que esta dieta sea balanceada.
Gracias a las verduras, frutas, legumbres, frutos secos, entre otros, se obtienen la fibra, vitaminas y minerales que el cuerpo necesita (Susarón, 2019). En algunos casos, puede ser recomendable el uso de suplementos vitamínicos B12 para quienes tienen este hábito alimentario (Susarón, 2019).
Para entender las ventajas de este tipo de alimentación, primero debemos entender bien qué es la nutrición. Según la Organización Mundial de la Salud (s.f.), se define como:
“la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo. Una buena nutrición es un elemento fundamental de la buena salud”.
Llevar un estilo de vida flexitariano puede ser completamente saludable. Pero como en todo, debe haber siempre el debido conocimiento de los nutrientes que se están consumiendo. Por eso es importante que planifiques bien tus opciones buscando prevenir deficiencias nutricionales y obtener beneficios para la salud.
Ser flexitariano puede ayudar al medio ambiente
La dieta flexitariana puede beneficiar no solo tu salud, sino también al medio ambiente.
Moderar el consumo de carne puede contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, así como disminuir el uso de recursos como el agua y la tierra.
Adicional a esto, incrementar el consumo de alimentos de origen vegetal puede impulsar también la demanda de más tierra para dedicar al cultivo agrícola de frutas y verduras para el consumo humano en lugar de alimento para el ganado.
En definitiva, el cultivo de vegetales es menos contaminante que la producción de ganado.
Ahora que ya lo conoces, practícalo y disfruta sus beneficios.
REFERENCIAS